Cristiano y Messi, cara y cruz del final de temporada de los dos cracks.

Los dos terminaron sus finales llorando... de forma diferente. Cristiano Ronaldo levantó al cielo de París la primera Eurocopa de la historia de su país después de vivir un calvario ante Francia: se retiró a la ducha antes de la media hora tras lesionarse en el minuto 7 y vivió desde fuera el triunfo luso. Un sabor diferente al que tuvo Messi en Estados Unidos en la Copa América. El crack argentino perdió su tercera final seguida con su país, falló un penalti y se retiró de la Albiceleste.

En la eterna batalla por el Balón de Oro, Cristiano toma ventaja sobre Messi. Aunque se marchó con lágrimas tras la entrada de Payet, el capitán portugués saboreó, por fin, el triunfo con Portugal. Se resarció de la final perdida en 2004 ante Grecia en Da Luz. En Saint-Denis, tocó la gloria. Ya es el máximo goleador de la historia de las Eurocopas junto a Platini (nueve goles). Sus tres dianas han contribuido al título luso. Vivió y sufrió desde el banquillo en la prórroga.

La otra cara es la de Messi. La estrella del Barcelona se convirtió en la Copa América Centenario en el máximo goleador de la 'Albiceleste' (55 tantos)superando a Batistuta pero volvió a perder otra final con Argentina. La cuarta, la tercera consecutiva (Mundial 2014, Copa América 2015 y Copa América Centenario 2015). Además, falló un penalti en la tanda ante Chile. La Copa América voló a Santiago. "La selección terminó para mí", confesó abatido tras el partido. Cerró con lágrimas de tristeza el curso. Una sensación opuesta a la de Cristiano.